En un ambiente marino donde destacan los grandes ventanales y la entrada de luz con colores naturales de árboles y azules del agua; se crea un concepto de tonos suaves en los que predomina la apertura de espacios. La zona de descanso se coloca frontal al mar y se envuelve con referencias a madera en el suelo y las paredes del ámbito de la cama. Las olas del mar se adentran en la habitación en forma de techo para marcar un suave ritmo que nos acompaña desde la entrada, estructura creada a medida en madera y en blanco sobre blanco. Para la zona de baño se opta por la apertura de espacios y la transversalidad visual entre distintas estancias, sin limitar la privacidad en ningún momento. Se complementa la habitación con referencias naturales para cuadros, jardines, maderas y tapizados.